¿Pueden las computadoras cuánticas encriptar información de manera más eficiente? ¿Qué es el hacking cuántico?

Los ordenadores cuánticos están avanzando rápidamente y a menudo se asocian con promesas significativas, especialmente en el campo de la criptografía. Aunque los ordenadores cuánticos tienen el potencial de desafiar algunos fundamentos del cifrado clásico, todavía quedan muchas preguntas sobre cuán eficientemente pueden cifrar la información y qué impacto tendrá esto en la seguridad de los datos. ¿Cómo pueden utilizarse los ordenadores cuánticos en el cifrado y podrían emplearse con fines maliciosos?
Distribución Cuántica de Claves (QKD) y Cifrado Cuántico
La Distribución Cuántica de Claves (QKD) es un método de comunicación segura que utiliza protocolos criptográficos basados en la mecánica cuántica. QKD permite que dos partes generen una clave secreta compartida que solo ellas conocen, la cual puede usarse para cifrar y descifrar mensajes.
Una característica única de QKD es su capacidad para detectar a cualquier tercero que intente interceptar la clave. Esto se debe a un aspecto fundamental de la mecánica cuántica: medir un sistema cuántico generalmente lo perturba. Un espía que intente interceptar la clave debe medirla, lo que introduce anomalías detectables. Si la interferencia está por debajo de un cierto umbral, se puede producir una clave segura. De lo contrario, la comunicación se aborta.
A diferencia de la criptografía de clave pública tradicional, que se basa en la dificultad computacional de ciertas funciones matemáticas y no puede ofrecer una prueba matemática de la dificultad para revertir estas funciones, QKD ofrece seguridad demostrable basada en la teoría de la información y el secreto hacia adelante.
Principales enfoques para la Distribución Cuántica de Claves:
- Protocolos de Preparar y Medir: Estos protocolos explotan el principio de que medir un estado cuántico desconocido cambia ese estado. Esto puede usarse para detectar espionaje, ya que cualquier medición dejará rastros detectables.
- Protocolos Basados en el Entrelaçamento: En estos protocolos, los estados cuánticos de dos (o más) objetos separados se vinculan, lo que significa que deben describirse como un sistema combinado. Una medición en un objeto afecta al otro, permitiendo la detección de intentos de espionaje.
Capacidades actuales de los ordenadores cuánticos en el cifrado
Capacidades actuales: Actualmente, los ordenadores cuánticos están lejos de poder romper sistemas de cifrado como RSA o AES. Los números más grandes factorizados usando el algoritmo de Shor en un ordenador cuántico son muy pequeños, como el 21. El cifrado RSA se basa en factorizar números muy grandes, lo cual sigue siendo impráctico con la tecnología cuántica actual. Para algoritmos de cifrado simétrico como AES, especialmente con claves de 256 bits, los ordenadores cuánticos no ofrecen una ventaja significativa y es poco probable que rompan estos cifrados en un futuro previsible.
Usos potenciales: Los ordenadores cuánticos son más adecuados para tareas como simular sistemas cuánticos, resolver problemas complejos de optimización y explorar problemas en química y ciencia de materiales. Los ordenadores cuánticos actuales aún no son capaces de descifrar sistemas de cifrado a gran escala.
Limitaciones de los ordenadores cuánticos
Capacidad insuficiente: Los ordenadores cuánticos no pueden actualmente romper sistemas de cifrado grandes. La implementación práctica de algoritmos cuánticos, como el algoritmo de Shor, está limitada a números muy pequeños. El descifrado de grandes conjuntos de datos usando ordenadores cuánticos sigue siendo teórico y no es alcanzable con la tecnología actual.
Problemas de rendimiento: Los ordenadores cuánticos son difíciles de construir y operar. El número de qubits que pueden procesarse de manera fiable sigue siendo muy limitado. Estas limitaciones significan que el concepto de que los ordenadores cuánticos rompan los sistemas de cifrado actuales todavía está lejos.
Potencial de uso malicioso
Potencial de hackeo: Aunque los ordenadores cuánticos podrían amenazar